Una semana dura y pesada tras el frío de la lluvia y la niebla no consiguen apagar mi mente por mucho dolor que esta enfermedad trate de transmitirle para anularla y así conseguir fortalecerse anulando todo el poder y control que puedo tener sobre mi cuerpo. Es complicado transmitir las sensaciones vividas durante esta semana, de hecho no he querido comunicarme con el mundo exterior ni tan si quiera a través de las redes sociales. Si bien es cierto que existen amistades que han sentido un poco de esta enfermedad en sus carnes cuando se lo contaba, que incluso han llorado o han tenido los ojos llorosos frente a mí. Pero también han sabido buscar las palabras para hacer que mi mente siga fuerte, y son precisamente... "Tú eres fuerte y estás llevando esto como nadie lo haría" "No sería capaz de estar en tu situación" "Estás haciendo un buen trabajo psicológico" "Tener momentos de debilidad en tu situación es normal, si los tenemos todos con cosas más sencillas..." "Tú puedes con esta enfermedad" (estas son algunas frases resumidas, si escribiera todo cuanto he recibido, no cabría en este blog).
Por contra,también me he llegado a encontrar que la gente quiere ayudarte con sus palabras, pero que a veces estas personas inconscientemente no saben el daño que hacen y como llegan a herir y tirar por los suelos todo el trabajo desarrollado durante una semana para superar el dolor físico que ametralla la mente.
- ¿Qué tal estás?
- Bien, ahí lo llevo, poco a poco.
- Con paciencia todo se consigue.
- Sí, pero nadie sabe lo que hay detrás.
- Es mejor que no se sepa.
-Ya, pero es muy duro.
- María... Con lo positiva que tú eres...
- No tengo ganas de hablar.
- ¿Ahora te vas a rendir?
- No tengo ganas de hablar del tema.
¿Cómo? ¿Perdona? En realidad me cabrearon mucho todas esas palabras, y no debí salir a la calle porque no necesitaba que nadie viniera a decirme lo fuerte o débil que puedo llegar a ser con esta enfermedad. Ni si quiera quería recordar que estaba enferma porque para eso ya está el dolor. Preferí decir que no quería hablar porque les hubiera dicho a la cara cuatro cosas bien dichas a esas personas pero debía mantener el control pues ellas la única intención que tenían eran la de animar.
Mi contestación hubiera sido:
¿Tienes idea de lo que es permanecer encerrado en casa más de 7 días sin poder salir para evitar resfriarte o enfermar? ¿Has tenido que buscar en qué matar el tiempo durante más de una semana encerrado siempre en las mismas 4 paredes que te has criado viendo las mismas caras? ¿Has estado horas sentado en el sillón queriendo hacer cosas sin poder? ¿Has estado tres días con una petaca de quimioterapia pinchada por encima de tu pecho? (Petaca que te pinchan semana sí, semana no y con la que te llevas otros pinchazos y una gran cantidad de pastillas)¿Has vomitado antes de desayunar y luego has desayunado como si nada? ¿Has comido sin que la comida te sepa a nada? ¿Has estado un día sin poder moverte del sillón porque tu cuerpo no se tiene en sí? ¿Has estado más de 7 días con diarreas? ¿Conoces las hemorroides? ¿Sabes lo que es ir al baño 7 u 8 veces al día y que se te claven cuchillos por el culo? ¡Imagínate eso semana sí, semana no! ¡Imagínate que de 15 días, 4 o 3 son muy buenos!¡Imagínate que sangras y no sabes porqué! Que puede ser un efecto secundario de la quimioterapia o que algo va mal. Mi trabajo es curarme y tranquilizarme ante el dolor para familirializarme con el y que así no vaya a más. ¿Podrías estar tranquilo con eso en la mente? ¡Pues yo sí! Trato de ser positiva y ver que no es nada serio y trato de no preocuparme, pero aún así, tengo miedo y necesito llorar. Debo preocuparme y buscar el calor y paz que trae un abrazo de mi padre o de mi madre para poder resistir. Mis amistades me dan las palabras y el apoyo que necesito cuando pido auxilio y no necesito que me recuerden que soy positiva, sino más bien que estoy estupenda y que estaré estupenda. ¡Basta de recordarme que estoy enferma! ¡Regalad sonrisas!
Cada día me gustan menos las preguntas: ¿Qué tal? ¿Cómo estás? Son tan típicas... Sobre todo, un formalismo para cumplir y salir del paso. No lo digo por mi situación, es más fácil acercarse a la persona y vivir con ella día a día que andar preguntando qué tal. ¿Por qué no me cuentas tú qué tal te ha ido el día y luego ya te cuento yo? Si haces eso, es que realmente quieres hablar.
Esto que he dicho no solo le sucede a una persona enferma de "Cáncer", sino más bien a todos a lo largo de su día. Cuando realices una pregunta, pregúntate a ti primero si realmente quieres hacerla o es por cumplir. Utilizamos "¿Qué tal?" o "¿Cómo te va?" y luego cortamos rápidamente la conversación. Pero... Esas preguntas... ¡Engloban muchas cosas por dios! Si lo que quieres es saludar y hacer que alguien se alegre, no le fastidies con esa pregunta que cortarás inmediatamente porque tienes otras cosas que atender, saluda y sonríe, te aseguro que ganarás más y que si esa persona quiere hablar contigo buscará la forma de hacerlo.
En fin... Ha sido una semana muy dura para mí y estoy esperando que lleguen los días buenos, que seguramente sean el próximo fin de semana. Siento escribir algo así, pero por favor, prefiero que me regaléis sonrisas e historias bonitas.
Gracias por todo el apoyo y amor que me dais. Gracias por estar ahí y perdonad si algún día no veis mi sonrisa. La semana que viene espero salir a regalar muchas sonrisas y miradas. No os imagináis lo gratificante que pueden llegar a ser esos gestos que os parecen tan simples, incluso el hecho de veros andar por la calle con vuestras vidas normales. Al salir esos días buenos, siento que no falta mucho, que ya queda poco para llegar a ser la que era. Cuando os veo, me veo reflejada en vosotros y me alegro por todos vuestros progresos, y sobre todo, por veros un día más en este mundo. GRACIAS.
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