miércoles, 12 de noviembre de 2014

Experiencias - Feliciano Me Regala Espárragos

El lunes día 10 de Noviembre llegó mi madre a casa con una "bota" de esparrágos y me dijo: "Hija, Feliciano ha estado hoy en la tienda para traerte estos espárragos..."

Debo decir que de pequeña los odiaba. No me gustaban por ese amargor que tienen.

Hace unos años comencé a comerlos revueltos con huevos, creo que a raíz de hacer un curso de cocina en el que no podía decir "No Me Gusta" hasta que no hubiese probado lo elaborado, más que nada por educación y respeto a todo el grupo que estabamos allí trabajando en la cocina. A partir de ese curso, comencé a probar todas las comidas a las que de pequeña decía esas palabras. Debo decir que muchas comidas no nos gustan de pequeños porque tenemos más desarrolladas las papilas gustativas que cuando somos adultos, por tanto, a medida que vamos creciendo nos van gustando más alimentos porque vamos perdiendo muchas de esas papilas. A mí ahora me sorprende que me coma con mucho agrado alimentos que antes rechazaba.


¿Cuántas veces decimos "no me gusta" a algo sin probarlo o habiéndolo probado? Pero sucede, que quizá a la primera algo no sabe bien porque no estamos familiarizados con ese sabor, por eso hay que darle dos y tres oportunidades cuando lo probamos. Tienes que hacerte al sabor y la textura de ese nuevo alimento desconocido. Y luego también está su preparación... Quizá no te guste de una manera y sí de otra.

En mi caso, puedo decir que ahora me encantan los espárragos y que cuando mi madre se presentó con ese regalo por parte de Feliciano me puse muy contenta, tanto como si me hubiese regalado una joya, pues realmente lo es para mi organismo. Ahora me los como a la plancha mojados en mahonesa o sin ella, revueltos con huevo, en tortilla o... Ummm... Ayer me los hizo mi madre en una sopita, y no veas que ricos que estaban, de hecho, te dejaré la receta aquí para que puedas disfrutarlos tú también si quieres. 

SOPA DE ESPÁRRAGOS

Se hierven los espárragos y se apartan.
Se hace un sofrito de una cebolla co 1 o 2 hojas de laurel
Se le hecha una cucharaita pequeña de pimentón dulce
Una vez pochada la cebolla, se vierten los espárragos
Una vez fritos los espárragos, se majan 3 ajos en un mortero y se echa a la cacerola
Se añade un poco de caldo o agua y pastilla de avecren si no se tiene caldo
Una vez esté en su punto, se baten dos huevos y se viernten a la sopa
¡Y a disfrutar de un manjar Extremeño!

Gracias Feliciano por el regalo, no sabes lo que disfruto con la comida, es el mayor de mis placeres y si es sana, mejor que mejor. Ahora con este tiempo no puedo salir mucho y no puedo coger los espárragos, y me has resuelto la cena del lunes (esparrágos a la plancha)  y la comida del martes (sopa de esparrágos). Hoy iré al Centro de Mayores de Barcarrota porque el director del centro, Miguel Plasencia, me invitó al Noviembre Gastronómico y cada miércoles hacen una comida tradicional, así que no me perderé los "Garbanzos" pues no todos los miércoles estoy fuerte por la quimioterapia y el pasado me perdí las "Patatas con Carne".

Tengo que aportar más experiencias pasadas al blog que no pude escribir porque no encontraba el hueco para hacerlo por falta de fuerzas físicas y mentales. Ahora trato de rescatar todo a medida que me voy encontrando bien. Ya iréis viendo las demás.


2 comentarios:

  1. Hola María; me ha gustado mucho el post, ameno e informativo, a la vez que sugerente. Uno de los ejemplos más claros de esos "no me gusta" que de mayores se tornan a "me encanta" es justo es sabor amargo. Es común que la tónica no nos guste y, sin embargo, el gin tonic es la bebida que engancha a mas de uno a partir de los 25, jejeje... Pero, sí, es cuestión de educar al paladar y de acostumbrarlo, como en todo hay que dar un margen de tiempo y de adaptación. Te propongo una cremita de espárragos con crujientes de jamón o un arroz "estilo 3 delicias" con espárragos, ajito, cebollita y taquitos de jamón o lomo. Un abrazo y a seguir escribiendo tan rico jejeje

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